miércoles, 23 de octubre de 2024

En 2024 necesitaba parar y reflexionar

Necesitaba parar y reflexionar. La solución que adopté fue un poco drástica, pero necesaria. Renunciar a la producción y venta de objetos para el mercado del arte durante un año, durante 2024. A lo largo de este año, mi obra no ha estado a la venta, no se podía coleccionar, no se podía poseer, no he participado en exposiciones ni he invitado a coleccionistas a mi estudio. Solamente he hecho un par de proyectos, proyectos inaplazables y necesarios, pero no comerciales. De 30 de octubre de 2023 al 28 de enero de 2024 en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, CAC Málaga, estuvo expuesto mi trabajo El Lenguaje de los pájaros en el Espacio 5; y el 9 de marzo de 2024, en ARCO Madrid realicé la performance de cinco horas de duración Acció a contracorrent. Pequeño homenaje a Camila Cañeque (1984-2024).

Mi alma y mi cuerpo me pedían este tiempo de paz en solitario. Esto me ha dado pie a pensar tranquilo, evitando interferencias y contaminaciones. Sin presión he podido ver con claridad en mí y en los demás. Para crear necesito introspección, soledad, silencio. Alejado del ruido he podido darle el empujón a mi trabajo (empujón conceptual), sanarme y fortalecerme.

No todo ha sido misticismo y pensamientos ascéticos dentro de una cueva, también estamos aprovechando el parón para hacer obras en el estudio, mejoras importantes como poner un tejado nuevo o una estufa en condiciones. Acondicionando el espacio para los preparar los proyectos que vienen. Ya suenan los tambores de guerra, 2025 se aproxima. Muy feliz.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Córdoba

Cambio de aires una temporada. Tras cuatro años geniales trabajando en la UMA, me cambio por un tiempo a la UCO.

Una pequeña aventura que me permitirá descubrir una bella ciudad con calma, vivirla, respirarla, sentirla. Odio ver las ciudades como turista, me gusta pasear sin rumbo, sin plazos, sin visitas obligadas. Sin tener que ver o hacer nada concreto.

Espero que Córdoba, cuajada de cultura, me inspire nuevos proyectos, me susurre ideas. Todo suma y alimenta mi alma. Estoy deseoso de encontrar esa cafetería o terraza en el casco antiguo de Córdoba que me invite a escribir en mi cuaderno mis próximos pasos.

Todavía no he tenido tiempo de hablar con Maimónides, Averroes o Séneca sobre arte de acción. Seguro que compartimos muchos puntos de vista. La performance da mucho juego.

martes, 27 de agosto de 2024

Inmadurez emocional

Ayer, tras unas semanas de descanso, comencé a ponerme al día. Agosto está siendo un mes insoportablemente caluroso. No recordaba una sensación tan desagradable. Un calor húmedo y bochornoso por el que me estoy planteando una huida la norte. Este podría ser el tema, pero quiero hablar de otra cosa.

Por qué tiene la gente la manía de competir conmigo. Me pasa siempre. Siempre que consigo algo, que logro algún pequeño éxito o reconocimiento, aparece el tonto o la tonta que quiere demostrar que la tiene más grande. Que se lo merecía más, que es más inteligente, demostrar que es superior. No solamente hablo de lo artístico, sino también del mundo académico, brotan quienes necesitan demostrarme que saben más que yo de performance o de las materias que imparto en el grado de historia del arte. Ellos ganan, yo no sé nada, estoy en un continuo y feliz aprendizaje.

Aunque es evidente el complejo de inferioridad que despierta esa reacción, no deja de ser una sensación muy cansina, especialmente si uno no se considera una persona competitiva. No me quiero medir con nadie, ni compararme, es más, generalmente me importa poco lo que hacen los demás. Siento decirlo tan crudamente. Si consiguen algo me parece maravilloso, no soy envidioso, pero estoy enfocado en lo mío, me dedico a trabajar y poco más. Soy un ratón de biblioteca. No concibo esa lucha de egos absurda.

Para mí el éxito de los demás no es una amenaza ni un motivo de comparación, sino algo que simplemente sucede y que celebro si le ocurre a un amigo o conocido. Por eso no entiendo porque mis logros ofenden o molestan a los demás, aunque intuyo la inmadurez emocional que genera esa reacción.

viernes, 9 de agosto de 2024

Paseando por Madrid

En estas fechas, difícilmente me veréis tumbado al sol en una playa —a veces envidio a quien tiene esa capacidad de no hacer nada, pero yo me aburro—, aprovecho las vacaciones para pasear, observar, descubrir, cotillear, aprender. No me tomo vacaciones de mí mismo, porque no hay un personaje, no soy actor, no interpreto ante un público. No puedo separar o dividir lo que es indivisible. ¿Acaso no es esa la diferencia entre la performance y el teatro?

Mi trabajo debe entenderse como un proceso vital, más que una obra en sí. Un recorrido indisoluble con el resto de aspectos de mi vida. Mi mundo artístico es simplemente mi mundo, no hay fronteras entre ambos aspectos. Evolucionan a la par. No hay separación, es vida, por eso sólo concibo la perfomance como verdad, alejada lo más posible de la ficción y del espectáculo del arte.

miércoles, 17 de julio de 2024

Felices vacaciones a quien se las merezca

Acabo de cerrar las actas de las dos últimas asignaturas. No me termino de acostumbrar a que septiembre (Segunda Convocatoria Ordinaria) sea ahora. Reconozco que disfruto en la universidad... me encanta la investigación, mis compañeros, los alumnos. Estoy terminando un texto que debo entregar la semana que viene y luego cerraré el chiringuito unas semanas. Necesito descansar, llevar esta doble vida artística y académica es terriblemente agotador. Ambas implican un trabajo duro a tiempo completo, pero a la vez me resulta muy satisfactorio y estimulante. Mi vida es cualquier cosa menos aburrida.

A la vuelta deberé prepararme. Sé que se avecinan cambios en el plano artístico, la rueda de la fortuna me avisa. Vienen tiempos complejos y engañosos. Intentaré ser prudente. No me asustan las hostilidades ni el trabajo, nunca me han regalado nada, lo poco o mucho que voy logrando lo consigo a pesar del mundo.

En lo personal, este último año ha sido complicado, un “curso” de aprendizaje en la vida. No desearía repetirlo, pero me ha fortalecido. Sé que es algo que se dice siempre, pero en este caso es verdad, soy consciente de mi cambio, me ha endurecido. He madurado y aprendido algunas lecciones importantes. Ya tengo cuatro estrellas en el cielo.

Felices vacaciones a quien se las merezca.

miércoles, 3 de julio de 2024

Performance, performance y más performance

Marc Montijano performance
Cada cierto tiempo revisito los libros que más me han inspirado. Me interesan sobre todo entrevistas, biografías o escritos de artistas. Retomo ideas, leo frases subrayadas y recuerdo conceptos que es su momento me ayudaron. Ai Weiwei, Beuys, Duchamp, Picasso, Lucio Muñoz, Millares, Chris Burden, Santiago Sierra, Regina José Galindo, Valie Export… En esta pequeña selección, entran y salen nombres continuamente. No necesariamente admiro ciegamente a los artistas a los que leo, pero si me interesa lo que hacen, cómo lo hace y, sobre todo, cómo piensan. Hace poco he vuelto a leer todo lo que tengo sobre Marina Abramovic, ella suele estar siempre en esta sección de mi biblioteca, donde los performers y la performance tiene un lugar destacado. Aunque reconozco que no siempre he tenido mucha conexión con Abramovic, con los años estoy comenzando a apreciarla desde otra óptica y aprendiendo enormemente de ella.

Pero sin duda, Marcel Duchamp es la figura crucial para mí, su filosofía de vida me ha marcado y siempre que puedo lo saco a relucir. A todos los que nos interesa el arte conceptual, la performance es 90% conceptual, somos hijos legítimos o ilegítimos de Duchamp. La imagen que ilustra este texto está tomada en 2024, una pequeña performance en un aula de la Universidad de Málaga, universidad en la que doy clases desde hace cuatro años en el Departamento de Historia del Arte. En mis clases, como le digo a los alumnos, todo es una gran performance.

lunes, 24 de junio de 2024

La cultura para una sociedad inculta

El arte se ha hecho tremendamente infantil y superficial, para gustar a una sociedad epidérmica, materialista y que huye de complejidades conceptuales. La cultura para una sociedad inculta.

Muchos creadores y demasiadas galerías oliendo el dinero, han tomado el camino comercial y fácil, saciando de vacuidad a un público cada vez más analfabeto artísticamente. Pero en último término, no son los culpables de este desastre, al fin y al cabo, les dan comida basura a los que demandan entretenimiento y comida basura (arte basura). Tal vez deberíamos empezar a señalar el origen de este mal.

El verdadero problema está en el poder, un lugar de privilegio en el que deberían primar otros criterios. Hablo de los directores de museos, de los comisarios, de los críticos de arte... profesionales que promueven y fomentan esta versión ultra capitalista y pueril del arte, sumándose irresponsablemente al carro de la moda y multiplicando su venero en su área de influencia. Ya sea por acción o por omisión.

Que nadie se preocupe, es solo una opinión, pueden seguir comprando estas piezas a precio de oro e inflando la burbuja. Es una inversión segura. Camiones llenos de muñequitos y pinturas multicolor, obras vacías e inofensivas que huelen a plástico llegarán pronto a tu ciudad y quedarán preciosas en tu salón.

viernes, 10 de mayo de 2024

El camino del ermitaño

Mi mundo es áspero y austero, es del color del saco, de la cuerda. No es rosa, ni arcoíris, no hay confeti ni un puñetero DJ amenizando la velada. Abrazo todas las banderas y ninguna, sin ser abanderado de nada. No participo de la fiesta, no hay nada que celebrar.

Mi trabajo es introspección y soledad. Así ha sido siempre.

No verás mi obra en estos rincones festivos del arte, sean garitos de modernos o grandes moradas del poder. Mi trabajo no sirve de relleno, ni es una excusa para pasar el rato y echar unas risas. Aborrezco el arte como entretenimiento, ya estamos suficientemente entretenidos… en nuestra sociedad lo que nos hace falta es pensar. No necesitamos más propuestas para divertirnos y distraernos.

Mi arte es fruto del silencio y la quietud, de la investigación y del trabajo constante, surge alejado del ruido del rebaño. No encaja en este mundo superficial y eso me hace feliz. Seguramente muchos no lo entiendan, me extrañaría lo contrario.

martes, 16 de abril de 2024

Espíritu Dada. Mr. Duchamp, the smart phone rots my mind.

Recurro al absurdo, a la provocación, a la ironía… me gusta descolocar y crear confusión, sobre todo cuando escribo. Digo y me desdigo, no quiero grilletes. Mi madre es Marcel Duchamp, mi padre es Rrose Sélavy. No creo en los manifiestos, aunque los redacte. Todo es una gran performance.

Hace tiempo que abracé el espíritu dadaísta en mis textos. Vivo en el umbral de lo incierto. No te creas todo lo que digo, todo aquello que escribo. Dos bestias enfurecidas se lanzan dentelladas sin alcanzarse, sin apenas herirse. No te acerques a ellas, sólo yo las puedo amansar.

Al despertar mi corazón palpita triste. Es literatura, es poesía, es ficción, es realidad. Con mis palabras retorcidas quiero confundirte, hacerte huir de tu madriguera, sacarte de ese lugar cómodo en el que te has instalado, confortable pero ficticio. Voy a golpearte con mi pierna ortopédica hasta avivar tu llama. Quiero que abraces el antiarte y aborrezcas el mercantilismo actual. Pronto llegarán los barcos de China cargados de regalos.

Tal vez no sea culpa tuya, vivimos en una sociedad idiotizada en la que no existe la culpa. Mr. Duchamp, the smart phone rots my mind. Todos somos víctimas, la debilidad hecha virtud. Para no anestesiarme con fármacos, leo y releo continuamente los mismos libros sobre filosofía, arte, simbología, religión y esoterismo, y pronto los olvido. Son libros que huelen a viejo. Mi mente es frágil y mi biblioteca demasiado extensa. Debería trasladarme a una casa más grande.

jueves, 11 de abril de 2024

Encontrando el camino

Tras este falso retiro de meses, trabajando mucho pero alejado del ruido del arte mundano y servil, apartado de grupos y grupúsculos, de risas y abrazos huecos, estoy retomando el camino. Qué zalamero y venenoso es nuestro mundo. Desintoxicado de energías oscuras, he podido pensar hacía donde camino con mi trabajo artístico o lo que es lo mismo, hacía donde va mi vida. Nuestra vida.

Necesitaba hacer balance, algo fundamental después de muchos años dando guerra. Pelear siempre a contracorriente desgasta. Necesitaba respirar profundo. Sin interferencias todo se aclara, sin prisas absurdas he podido hacer un ejercicio de introspección, muy necesario y sanador. Fortalecido y con gran parte de las heridas curadas, no he llegado a ninguna conclusión mágica, pero he subrayado algo que siempre he sabido: luchamos sin bandera y solos.

Como digo, no he descubierto nada nuevo, pero a veces necesito recordar obviedades para sonreír al mirar atrás. Todo esto lo hemos logrado sin la ayuda de nadie. Siempre ha sido así, peleamos en el arte sin servidumbres ni vasallajes, desde la verdad, lo que nos hace más fuertes e imprevisibles.

DESPERTA FERRO.