Hace menos de un mes que falleció la artista barcelonesa Camila Cañeque a los 39 años y he querido hacerle un pequeño homenaje en ARCO. Un proyecto sin ruido, desde el corazón. Necesitaba despedirme.
Somos pocos los locos que peleamos bajo la bandera del arte de acción y menos los que lo hacen sin escudo, como lo hacía Camila Cañeque. Su trabajo reflejaba su forma de pensar, era real, veraz. Su obra era coherente y consecuente, algo inusual en este circo vanidoso al que llamamos arte. Tomó el camino difícil. Arte y vida unidos, sin seguir las modas, sin coger ningún atajo. No estaba arropada y protegida por un colectivo, era una voz libre y, sobre todo, valiente. Ella no hacía performances de panfletos, no se detenía en mensajes fáciles, su universo era más profundo, y se nutría de reflexiones filosóficas complejas. A Camila Cañeque le preocupaba especialmente el uso que hacemos del tiempo en nuestra sociedad, como si intuyera que el suyo iba a ser breve.
He realizado la acción en ARCO, porque fue en esta feria en 2013 cuando Camila Cañeque se dio a conocer vestida de flamenca con la performance titulada Dead end. En aquella ocasión, tumbada en el suelo con poemas del Romancero gitano de García Lorca a su alrededor, hablaba sobre "la muerte de España ante el poder capitalista”.
La mía ha sido una performance pausada, sin ruido, sin buscar el foco mediático, calmada, sin pretensiones, casi una oda a la inactividad, todo un desafío en una sociedad hiperactiva y estresada que busca el éxito a cualquier precio. Una acción a contracorriente (acció a contracorrent), para despedir a esta artista que reivindicaba la pasividad, el ostracismo y la inactividad absoluta.
La performance Acció a contracorrent. Pequeño homenaje a Camila Cañeque (1984-2024), de cinco horas de duración, ha tenido lugar en ARCO Madrid el 9 de marzo de 2024. Un proyecto que reflexiona sobre el uso que hacemos del tiempo, de la vida, en nuestra sociedad. Y también un homenaje al arte valiente, transgresor y que invita a la reflexión, ahora que está tan de moda el arte acomodado.