Acabo de cerrar las actas de las dos últimas asignaturas. No me termino de acostumbrar a que septiembre (Segunda Convocatoria Ordinaria) sea ahora. Reconozco que disfruto en la universidad... me encanta la investigación, mis compañeros, los alumnos. Estoy terminando un texto que debo entregar la semana que viene y luego cerraré el chiringuito unas semanas. Necesito descansar, llevar esta doble vida artística y académica es terriblemente agotador. Ambas implican un trabajo duro a tiempo completo, pero a la vez me resulta muy satisfactorio y estimulante. Mi vida es cualquier cosa menos aburrida.
A la vuelta deberé prepararme. Sé que se avecinan cambios en el plano artístico, la rueda de la fortuna me avisa. Vienen tiempos complejos y engañosos. Intentaré ser prudente. No me asustan las hostilidades ni el trabajo, nunca me han regalado nada, lo poco o mucho que voy logrando lo consigo a pesar del mundo.
En lo personal, este último año ha sido complicado, un “curso” de aprendizaje en la vida. No desearía repetirlo, pero me ha fortalecido. Sé que es algo que se dice siempre, pero en este caso es verdad, soy consciente de mi cambio, me ha endurecido. He madurado y aprendido algunas lecciones importantes. Ya tengo cuatro estrellas en el cielo.
Felices vacaciones a quien se las merezca.