Ayer 12 de septiembre Instagram me borró una fotografía de una performance que llevé a cabo en el Centre Pompidou Málaga, el pasado año. Mi respuesta ha sido subirla cien veces, como esos castigos de antaño que había que escribir cien veces una frase. Una respuesta irónica pero cargada de intención.
En mi obra hablo de espiritualidad, digo que hay algo más allá del materialismo. ¿Eso es censurable? Censurar e imponer una moral en el siglo XXI me parece intolerable. La foto eliminada formaba parte de un proyecto serio, con un largo recorrido, llevado a cabo en un museo de gran prestigio, como el Centre Pompidou Málaga, por lo que no podemos consentir que alguien decida eliminarlo arbitrariamente y deje de estar visible. No debemos tolerar que una red social decida que arte es apropiado y cual no.
Es inaceptable que soportemos la censura como algo normal a día de hoy, el mundo del arte no puede dar ese paso atrás, la sociedad no puedo aceptarlo. Supone un inmenso retroceso de la libertad, ¿hasta dónde somos capaces de aguantar? Yo me niego a aceptarlo y por eso digo 100 veces No.
La foto que me eliminaron ayer, la he subido hoy cien veces y animo a todos a que hagan lo mismo. Si le eliminan una fotografía que la suban cien veces. Si el arte es un contenido inapropiado para una red social, triste retrato hace de la actual sociedad.