Este año ha sido especialmente prolífico en imbéciles, para mi desgracia la cosecha ha sido espléndida. Suelo tener buen ojo para los envidiosos, los aprovechados y las sanguijuelas (tan comunes en el mundo artístico), pero parece que lo he perdido. Quiero pensar que se debe al sobreesfuerzo de unos años muy intensos, con el desgaste extra del trabajo en la universidad. Espero que sea eso, un traspiés temporal, un adormecimiento de facultades por agotamiento.
Pero no solamente se ha tratado de tontos y acomplejados, he frecuentado sin saberlo a más malas personas de las que debiera y eso es más peligroso. He bajado la guardia al creerme entre amigos y mi radar me ha fallado. Por fortuna ya está todo limpio, he barrido a fondo y me he desecho de la basura (la he incinerado). Todo está saneado en mi vida y las energías restablecidas.
Per signum crucis de inimícis nostris líbera nos, Deus noster. In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.