Ayer, 1 de octubre de 2019, realizamos la acción La fina línea que separa el arte de la mendicidad, a las puertas del Museo Reina Sofía de Madrid (MNCARS), un proyecto que plantea una reflexión sobre el mundo del arte, denunciando la precariedad en la que viven los artistas.
Dispuse a varios personajes simbólicamente mendigando junto al museo. Tres figuras de pie junto a un personaje central sentado, que porta un trozo de cartón con el título de la acción. Dos mujeres y dos hombres. Una performance, con un mensaje de denuncia, que han podido disfrutar los sorprendidos viandantes que en aquel momento pasaban por la zona. La performance ha durado pocos minutos, el tiempo necesario para realizar el trabajo y tomar varias imágenes. Una “acción de guerrilla”, como las denomino.
El Reina Sofía es un símbolo, parto del respeto a esta institución. Pretendo hacer una crítica al mundo del arte en España en general e invitar a la reflexión. En los últimos años, ha habido un boom de infraestructuras culturales, se realizan numerosos proyectos y actividades, la cultura mueve mucho dinero, pero no deja de ser un espejismo. Los recursos, generalmente públicos, llegan mínimamente al creador. La mayor parte de los presupuestos se destinan a sostener la propia infraestructura de las instituciones o de los proyectos, es decir los gastos del continente y del personal que allí trabaja. El artista se mueve entre la gratuidad y los presupuestos irrisorios, en la mayoría de las propuestas. Con ello se ha creado un sistema enteramente amateur, pues la mayoría de artistas en España no pueden vivir del arte y se mantienen con otros trabajos. Artistas, muchos de ellos de renombre, que por orgullo o vergüenza no quieren hacer pública esta situación.