Instante de la acción La Cruz de Trafalgar, enero de 2019. |
Desde noviembre estamos realizando una estancia de varios meses en la zona costera de Cádiz para imbuirnos en la búsqueda de elementos y sensaciones de todo lo que está ocurriendo con la migración. El objetivo de este proyecto es generar una serie de piezas, para ser expuestas en diversos museos y galerías, aportando visibilidad a esta problemática.
En esta ocasión no se trata de una performace aislada o una serie de acciones, sino de un proyecto multicisciplinar que engloba también esculturas, instalaciones, fotografías y textos en los que investigamos y reflexionamos sobre las migraciones eligiendo para ello un zona geográfica particularmente sensible, como los son las playas de Barbate, Los Caños de Meca, Trafalgar, El Plamar…
Desde hace varios meses estamos trabajando sobre la inmigración. Investigo sobre las oleadas de migraciones forzadas que tienen lugar por las duras circunstancias económicas, sociales y políticas que sufren millones de personas en todo el mundo. En este caso estoy trabajando sobre las personas que intentan llegar a Europa, pero es un problema global, que requiere urgentemente atención y soluciones mundiales. Ni que decir de las miles de personas hacinadas en los campamentos de refugiados en Grecia o la caravana de migrantes centroamericanos que se encuentra en la frontera entre México y EEUU, por citar dos ejemplos más. Quiero remarcar el carácter de migraciones forzadas, no es un capricho, ni siquiera la búsqueda de una situación mejor, es una cuestión de supervivencia. Estas personas sufren inmensas penurias y se juegan la vida, muchos de ellos perdiéndola, porque no tienen alternativa en su país de origen. Es un tema muy duro. Desde que nos hemos trasladado a esta zona, en apenas dos semanas, el mar ha devuelto el cuerpo de veintidós personas en las costas de Cádiz.